Señor infiltrado



Con el deseo que cierta molestia desapareciera, se acercó a aquella construcción y recibió una respuesta: Infiltrado.

Cruzó la entrada custodiada por dos guardias (comúnmente: guachimanes) que no percataron el ingreso de un infiltrado. Vio la señal y con sigilo fue al punto de encuentro.

- ¿Lo tienes?
- Sí.
- Ya, ahora has tu cola.

Mientras esperaba en la cola, sacó un objeto y jugó con el aparato. Dos agentes comprendieron la señal y se le acercaron. “Tengo una cita”, respondió. “Lo sabemos, venga por favor”. Un pequeño interrogatorio se extendió por 15 minutos y los datos fueron recolectados. “Espere, por favor”.

Los dos individuos lo acompañaron hasta que el jefe terminó con un cliente y entró.
Se sentó frente al jefe y lo miró fijamente. Este recibió una carpeta y mandó a llamar a otros dos hombres. Mira a uno y pregunta.

- Ahora dígame, ¿cuál es el diagnostico?
- (Piensa y dice) No lo sé.
- Usted…
- El paciente tiene esto, esto y esto otro.

Así los cuatro fueron respondieron a las preguntas su mentor. Algunos de forma correcta y otros incorrectamente. El maestro fija su atención en el paciente y este responde inhalador. Rara vez, se interesó realmente en el aparato que acercaba a su boca, pero esta era la ocasión.

- Es un bronco dilatador que produce…

Cada aprendiz soltaba un mar de palabras que apenas eran comprensibles para el paciente y a cada uno se le obligó a investigar más sobre el tema: el inhalador. Llegó el turno de los reflejos. La historia fue casi, casi similar. Y finalmente, los músculos.

- ¿Qué es?
- Es un infiltrado.

“…No es normal”, “Está hinchado” y otras más. Es raro ser parte de una clase de medicina, en especial, ser el analizado. Terminó la consulta y solo se llevó: Porque no es normal porque es un infiltrado y paquete de análisis que realizar.

Adiós compañero



Y escuchó los llantos de unas niñas, dejó la computadora y a paso de tortuga fue al cuarto de las niñas. Encontró tres chiquillas que intentaban ahogar lagrimas en vano, no preguntó qué pasaba y las miró por un buen tiempo. Solo podía imaginar el motivo, y después de 10 minutos lo supo.


Durante su existencia escuchó 5 veces aquello que no deseaba escuchar. Pensó que era la muerte y no estaba lejos de la respuesta. No, no fue la perdida de un ser humano, pero aún así fue la perdida de un familiar. Fue el fin de la existencia de aquel que llegó a su hogar y obtuvo un cariño incondicional.

A diferencia de las niñas, él lo conocía solo de vista y si podía se le acercaba, pero jamás lo tocaba. Un día fue a visitarlo y estaba llenó de golpes, sus amigos lo habían traicionado, su padre y hermana trataban de salvarlo, lo recuerda porque vió en su rostro el dolor, la desesperación y finalmente el goce, parecía que había abandonado toda esperanza de quedarse con su familia. De pronto, nadie lo creía, él alzó su robusto cuerpo y comenzo a agradecer a los lo asistieron. La recuperación fue larga e infernal, pero finalmente volvió a correr con sus hermanos. Y así los días felices volvieron.
Él estaba feliz, feliz de ver que esa quinta tragedia se alejaba. Las dos últimas veces que lo escuchó, sintió como la rabia nublaba su razonamiento y como la impotencia lo volvía incapaz. Sus hermanos fueron de viaje y jamás regresaron, miles de enemigos lo atacaron a la vez, sus cuerpos no resistieron y sucumbieron, junto a ellos los momentos felices que él preparó para los días siguientes.
Pensó que era una broma, pero nunca lo fue. Dijeron que después de almorzar, salieron a jugar y después del ocio solo las niñas volvieron a casa. Preocupados por el retrazo del ser querido salieron a buscarlo y lo hallaron. Una sola palabra: Macabra. Sus amigos lo traicionaron por segunda y última vez, con la mirada vacía, tenía los ojos fijos en el cielo. Todo intento de salvarlo fue en vano y las lagrimas inundaron las almas de quienes miraron aquella escena...
Escuchó cada palabra del relato, se sentó al lado de una de las niñas y quizo llorar, pero ninguna gota se asomaba. Solo pensaba en los momento que pudo tener al lado de su primo. Al lado de Rufus, su primo adoptado de cuatro patas.

Lo tomé prestado... aun así es robado



Nota: A continuación palabras prestadas, palabras que agradan, palabras fáciles y aún mejor, palabras vacias de todo... ah! uno más: robadas. ~ De un foro que no recuerdo (lo lamento) y la letra de una canción (maldita, tú primera) ~

Adiós a los besos que nunca llegaron.
Adiós a ese querido dolor en mi corazón.
Dejándolo así como está,
De algún modo hoy estoy vivo de nuevo.

La soledad, el pasado y la tristeza,
La lujuria, los amigos y la razón...
A partir de mañana seguramente
Estaremos al borde de la muerte sin reir otra vez.

¿Algún día, si creo en ello,
esos sentimientos serán transmitidos apropiadamente?
No bromees.
Porque, ¿no es esa la verdad?
No quiero huir a ningún lado nunca más.
Alguien diga "sí"...

Porque no puedo volver al ayer
en donde estaba contigo.
Porque nadie quiere decir más excusas,
Por eso dije que sí.¨
Por que nadie más lo haría, ¿verdad?
Si no eres tú, no lo necesito.

Nadie sabe la respuesta.